No creo que lo conozca de nada, pero él me habla como si fuera su madre. Me pone de mal humor verlo aquí todos los días. ¿No tiene nada que hacer? Ya quisiera poder salir de aquí e irme a casa de Eloísa, seguro que estará esperándome, le prometí que le ayudaría a hacer laSigue leyendo «Olvido»